¿Alguna vez habéis tenido dolor después de entrenar?. ¿Os preguntáis por qué aparece en ocasiones ese tipo de dolor?. ¿Un vaso de agua con azúcar las previene? ¿Qué podemos aprender de las famosas agujetas? En este artículo hablaremos de las DOMS (delayed onset muscle soreness)
Hay varias teorías que explican el origen de este dolor post ejercicio, pero la más aceptada se basa en la observación de lesiones microscópicas (micro‐roturas) de la fibra muscular tras el ejercicio, especialmente después del ejercicio excéntrico. Las zonas más afectadas por este dolor son las uniones musculares y los tendones cercanos a las articulaciones.
MITOS...
Una de las grandes teorías fue la impulsada por Assmussen (1956), en la que afirmaba que ese dolor posterior a un entrenamiento intenso era consecuencia del cúmulo de ácido láctico, un compuesto químico que se produce en el interior de la célula, como respuesta a un ejercicio intenso sin la presencia de oxígeno. Este ácido se acumula en las fibras musculares y cristaliza produciendo que el sistema nervioso lo asocie al pinchazo de una aguja.
Sin embargo, a través de biopsias de fibras musculares y diferentes estudios, se ha demostrado que no existe ninguna presencia de dichos cristales.
AGUJETAS
Este tipo de dolor se caracteriza por:
Comenzar entre 24 y 48 horas después de la realización de un ejercicio muscular intenso y desaparecer a los 5 o 7 días sin tratamiento.
Dolor muscular durante la contracción activa o al estiramiento pasivo.
Tumefacción con probable aumento de la presión intramuscular.
Pérdida de hasta 50% de la fuerza de contracción isométrica.
Las manifestaciones clínicas se deben al «edema» del tejido conectivo que rodea las fibras musculares, que se desarrolla a las 24-72 horas de la lesión. Este edema conduce a un aumento de presión en el músculo, lo que activaría los nociceptores y provocaría el dolor. Por eso, aunque la lesión estructural se produce inmediatamente después del ejercicio físico, el dolor aparece más tarde.
Las agujetas no son un marcador clave para saber si hemos realizado un buen entrenamiento, es más, lo que quiere significar es que hemos entrenado una carga mayor y por ello post entrenamiento aparecerán las famosas agujetas. Se puede entrenar bien sin tener agujetas, siempre adecuando la carga de ejercicio y dejando descansar al músculo el suficiente tiempo como para recuperarse.
La recuperación siempre es total e incluso se ha indicado que las miofibrillas pueden volverse más resistentes que antes, pero si el dolor sigue persistiendo aplique frío en la zona para aliviar el dolor y consulta a tu fisioterapeuta.
Kommentare